martes, 24 de noviembre de 2009

Monstruos y leyendas

Tú con tu poder, dividiste el mar y aplastaste las cabezas de monstruos marinos
Rompiste las cabezas de Leviatán y lo diste por comida a las tortugas de mar.
Salmo 74.13-14


  Me encuentro a unas 30 millas al NW de San Vicente de la Barquera a bordo del Arga II, mi viejo ketch de madera. Habitualmente navego con toda la electrónica desconectada, me gusta practicar la navegación astronómica. La estrella polar, mi viejo sextante, unas desgastadas cartas náuticas del cantábrico y el viento es lo único que me hace falta para disfrutar de unos días a solas con la mar. Ella es la fiel amiga a la que siempre recurro cuando hastiado del día a día noto como me comienza a asfixiar la vida en sociedad. La mar unas veces se muestra dura y cruel como una mujer despechada otras dulce y tierna como una joven doncella. Pero siempre está ahí, nunca me falla. Me resulta cada vez más difícil disfrutar de la compañía de mis congéneres, no los logro comprender y creo que cada vez me interesa menos hacerlo.
   Me despierto sobresaltado, algo ocurre, el barco no se mueve, ni un leve balanceo. Mientras me froto los ojos noto como el pánico me invade ¿qué ocurre? El silencio más absoluto lo envuelve todo, es aterrador. Trastabillo al salir a cubierta. Hoy a mi amiga casi no la reconozco. Una densa niebla transforma la cubierta en un mundo irreal, los objetos se desdibujan, la superficie del agua está lisa como una balsa de aceite y su color……..
  Un aullido desgarrador sale de lo más hondo de mis entrañas, es un grito primitivo casi animal. Caigo de rodillas sobre la cubierta mientras me inclino sobre la borda, el mar es de un negro insondable, un penetrante olor a amoniaco se desprende de la superficie. Me cuelgo de un candelero, mi cara se encuentra a un palmo del agua, observo unas tenues fosforescencias acompañadas de pequeñas burbujas que rompen contra el costado de estribor. Antiguas pesadillas escondidas en lo más recóndito de mi cerebro comienzan a aparecer. Imágenes como flashes restallan en mi mente nublándome la visión, son como el trailer de una película proyectada al doble de su velocidad, siento náuseas. La ballena blanca, el narval asesino, enormes orcas golpean el casco, un gran blanco de afilados dientes describe círculos cada vez más pequeños alrededor del navio. Una gigantesca serpiente de 4 cabezas surge de la nada y con un mortal abrazo saca al velero del agua. Mientras desgarra mi maltrecho cuerpo con sus fauces, veo al Arga partido en dos hundiéndose en las frías y oscuras aguas abisales, destrozado, aplastado por la presión. Lloro por mi barco.
  Otra burbuja, esta vez más grande rompe en la superficie emponzoñando el aire con más olor a amoniaco. Algo está ascendiendo, me incorporo de golpe y corro hacia la proa, es enorme, ocupa toda la eslora. Instintivamente abro el arcón más próximo al combés, saco un largo fusil de pesca submarina de doble goma, apoyo la culata sobre el esternón y lo cargo rápidamente. Sigilosamente me asomo una vez más sobre la borda. ¡Dios! Un ojo enorme, maligno, demoníaco, me observa fijamente. ¡Es el kraken!. Lo que creía  cuentos de taberna, leyendas trasnochadas fruto del vino barato y el aburrimiento eran verdad, el monstruo existe.
  La curiosidad vence poco a poco al miedo, con el fusil firmemente agarrado vuelvo a mirar a la bestia. Flota inerte junto a la nave, con la punta del arpón, casi con reverencia, toco su cuerpo, expele un último chorro de espuma con tinta por su sifón y  la vida lo abandona. Siento una mezcla pena y ternura por el animal, es un ser formidable. me pregunto a cuántas titánicas batallas con cachalotes habrá tenido que sobrevivir para llegar a alcanzar este tamaño, sus enormes ojos cuántos misterios habrán descubierto en las últimas fronteras de la tierra, las desconocidas simas marinas.
  La niebla se comienza a disipar, una leve brisa riza la superficie del mar deshaciendo la enorme mancha de tinta que rodea al velero. Con el calamar amarrado a un costado pongo rumbo a Santander.

“Ahora tengo la cabeza despejada, pensó, Demasiado despejada. Estoy tan claro como las estrellas que son mis hermanas.”
El viejo y el mar.
Hernest Hemingway

martes, 17 de noviembre de 2009

Agradecimiento público a El Martín Pecador

Queridos blog-lectores (más o menos tengo censados 8, a saber; mis padres, mi mujer y mis dos hijas, una cuñada, mi perro, bueno a él se lo leo y El Martín Pecador), como habréis observado en mi anterior entrada al blog “2012, el fin del mundo. (Y yo sin enterarme) “ ha tenido una gran repercusión generado numerosos comentarios al relato (uno). En mis recuerdos aún resuenan las sabias palabras de mi padre antes de ir a cumplir mis deberes para con la milicia:
- Hijo, recuerda, de bien nacido es ser agradecido.
Así que quiero agradecer públicamente a El Martín Pecador su comentario que ha sido de un gran valor terapéutico para calmar la ansiedad y desasosiego que en mí genero el descubrimiento, el pasado domingo, de que nos faltan 2 años, 1 mes y 4 días para el fin de la humanidad.
Paso a transcribir literalmente el texto de El Pecador:

“Así será el Apocalipsis, pues alguien ya lo ha escrito: primero llegará una sombra curvilínea que irá segando con su borroso dedo nuestra vista del horizonte; más tarde el galope de los cuatro caballos, con sus jinetes sin rostro montando a pelo, con la furia como escudo, con la ira como espada, arrasando los pensamientos y las ideas y los recuerdos; y al final vendrá el aliento gélido del infierno, impulsado por las cabezas de Cerbero, por los diablos y lo súcubos, por los antagonistas de nuestras esperanzas que traerán las velas encendidas con la llama de los pesares...
Así será, y ya nada después de aquello nos ha de importar. Es posible, incluso, que allá donde vayamos nos encontremos más confortables.
El Pecador dijo. »

Como observaréis queridos blog-lectores, El Pecador es un hombre de verbo fácil y pulcro estilo, poco dado a lo baladí, maestro de la metáfora y que yendo de lo abstracto a lo concreto, sobre todo cuando está sobrio, es capaz de transmitir en unas pocas líneas un sano optimismo que nos invita a esperar nuestro incierto futuro con un hálito de esperanza. Si El Pecador hubiera nacido en nuestro Siglo de Oro, con toda seguridad puedo afirmar, habría arrebatado a Lope de Vega el título de “fénix de los ingenios” antes de terminar en la hoguera de la inquisición.


Por todo ello querido El Martín Pecador, hincando en tierra mi rodilla izquierda elevo mí grito al digital mundo del ciberespacio diciendo…….¡¡ GRACIAS!!

domingo, 15 de noviembre de 2009

2012, el fin del mundo. (Y yo sin enterarme)

¿Cómo he podido vivir sin saberlo? ¡Que estúpido he sido! Y yo contento, en el limbo, ya ves ¡tan feliz! ¿Cómo no fui capaz de interpretar las señales? A hora lo entiendo todo, el círculo se cierra. Toda mi vida, todo lo que me rodea se va ajustando como un gigantesco puzzle ¿Cómo no hice caso a los profetas, nigromantes, adivinadores, druidas, futurólogos, al Papa, al Dalai Lama, a la NASA….. al hombre del tiempo? ¡Me cisco en mí puta vida!, es que soy tonto el culo, gilipollas (o cómo dicen en Cantabria) ¡gelipollas! Agobiado por la hipoteca, que si baja o sube el euribor, que si mi jefe no me sube el sueldo, que hay mucho paro y yo podría ser el siguiente…. Y a estas alturas del partido me dan este mazazo, así de sopetón, sin avisar, menos mal que gozo de buena salud que otro cualquiera habría entregado el cucharón y si te he visto no me acuerdo, el muerto al hoyo y el vivo al bollo. ¿Pero qué digo? Si no va haber bollo para nadie, si es el fin, la Apocalipsis, el armaguedón, la debacle……¡EL FIN DEL MUNDO!, si es que el 21 de diciembre del 2012 no vamos a la mierda.

¡A hora que caigo! si el futuro fatídico día es el cumpleaños de mí anciana madre, ¿y yo como se lo explico?, que no lo va a entender, que me va a mal interpretar…Sopla, sopla las velas, que para lo que te queda. Que no mamá, que no, que no soy un mal hijo, que no has criado un monstruo, que no ando detrás de la herencia. Que mañana es el fin del mundo, el día del juicio final. Que lo dijeron los mayas y los incas… Mamá por favor deja de pegarme con la zapatilla.

Y los políticos, ¡qué cabrones!, ellos lo saben, ¿desde cuando lo conocerán? A hora lo entiendo, pagaron a los secuestradores del primer atunero y a estos, los pobres del Alakrana, ni puñetero caso, que no, que no pagan, total ¿para que? si falta nada y menos para la Apocalipsis. Claro y por eso no mueven ni un dedo para sacarnos de la crisis, total ¿para que?, si hacer algo pa´ná es tontería, si el 22 de diciembre de 2012 ya no habrá ni España, ni mundo, ni TDT, ni calimotxo, si nos va a caer encima lo que no está escrito. He leído en la web que nos va a dar un batacazo de no te menees un planeta-asteroide llamado Hercobólus y a demás va a cambiar el magnetismo de la tierra, donde estaba el Norte estará el Sur y viceversa, como guinda se producirá la mayor tormenta solar nunca vista, que no lo digo yo que lo dice la NASA. Si es que con esta conjunción de catástrofes no hay quien sobreviva, es que ni poniendo toda la buena voluntad del mundo.
Lo que más me cabrea es que por lo visto todo esto era vox populi, lo conocía todo el mundo, hasta los monjes tibetanos y fíjate, los tíos tan tranquilos, sin inmutarse, con su buen rollito y su tercer ojo.
Me está entrando una ansiedad y un estrés…. Es que soy más tonto que Abundio, la humanidad va a desaparecer de la faz de la tierra y yo a régimen, preocupado por el colesterol y los triglicéridos. Como diría Satrustegui protagonista de la genial novela de Alex De la Iglesia, Payasos en la lavadora, me doy algo que es lo peor que un ser humano puede sentir sobre si mismo, me doy asco-pena.

Relájate José Antonio, cierra los ojos, cuenta hasta diez, inspira….uno.….expira…..dos….

Ya estoy mejor, basta de lloriqueos, voy a pasar a la acción, voy a coger el timón de mi vida, el rumbo lo pondré yo. A hora mismo voy a la cocina a prepararme un bocadillo de panceta con pimientos fritos, un bocadillo de esos que muerdes y te resbala la grasa por la barbilla, a la mierda la dieta. Lo voy a regar con un calimotxo de rioja gran reserva. Era la botella que guardaba para algún evento familiar importante….total ya.... ¿para qué?
¡cago´en Nostradamus!


 
Nota:

Las fuentes me inspiraron este relato provienen de la pag.
http://www.legox.com/general/sera-fin-del-mundo-el-2012-aqui-algunas-recopilaciones/


Profeta Benjamín Solari Parravicini (Agosto 1898 – Diciembre 1974)
http://www.malvinense.com.ar/snacional/parravicini/Parravicini.html

La NASA confirma una tormenta solar en el 2012
http://science.nasa.gov/headlines/y2006/10mar_stormwarning.htm
http://ciencia.nasa.gov/headlines/y2001/ast15feb_1.htm

Profecías de los MAYAS
http://www.youtube.com/watch?v=Op4hvWZMxSc

Michel de Notredam (Nostradamus)
http://tu.tv/videos/el-libro-perdido-de-nostradamus-1-2

Monjes Budistas Tibetanos
http://www.taringa.net/posts/info/1782552/2_012_:-Los-monjes-budistas-tibetanos-y-su-visi%C3%B3n-remota_.html

El famoso Hercólubus
 http://www.geocities.com/Athens/Crete/7842/

Científicos predicen la inversión del polo magnético de la Tierra en el año 2012.
http://www.bolinfodecarlos.com.ar/inversion_polo.htm

sábado, 14 de noviembre de 2009

Hombres de mar

Un viejo proverbio marinero dice: “Bajo los 40 grados sur no hay ley, bajo los 50 grados sur no hay Dios” y esta vez el Viejo nos había llevado muy, muy al sur, más allá de los 54 grados.
El Arga gime como un animal herido mientras el bauprés se clava en el seno de la siguiente ola, noto como cruje el casco a cada nuevo embate. La mar quiere engullir el barco y barre la cubierta de proa a popa arrastrando todo lo que no está bien trincado, va a llegar al puente, me agarro como puedo a la bitácora e inclino el cuerpo, el agua helada me llega hasta el pecho. Por el rabillo del ojo veo al Viejo, su aspecto es imponente, la larga melena blanca al viento, las piernas firmemente clavadas a la cubierta mientras maneja la enorme rueda del timón, su mirada refleja el estado de concentración extrema en el que se encuentra. El viento aúlla entre la arboladura, los mástiles se doblan tensando la jarcia firme de tal manera que parecen cuerdas de violín a punto de saltar. En mitad del combés se encuentra el contramaestre, su chaquetón de mar de gruesa lona embreada está rasgado y flamea con furia. A penas soy capaz de oír las órdenes que transmite con su silbato de maniobra a los hombres que se encuentran aferrando las velas en lo más alto del palo mayor. No logro comprender como consiguen sostenerse con este tremendo balanceo. Pese al insoportable frío algunos están descalzos, supongo que con la esperanza de poder notar mejor el fino cabo del marchapiés. Un paso mal dado, un resbalón y una caída de 15 metros. En el mejor de los casos un golpe seco y brutal contra la dura cubierta de teka, en el peor, caer a las gélidas y oscuras aguas de este mar cruel contemplando como el barco se aleja entre una cordillera de olas y espuma.
Esta debería ser mí última campaña en el Arga como primer oficial. Si logramos regresar a nuestro añorado puerto del norte de España, tras un breve descanso, tomaré posesión de mí nuevo destino en uno de los flamantes pesqueros a vapor que están adquiriendo los armadores, corre el año 1906.
Un grupo formado por maestros saladores y rederos acciona incansablemente las bombas situadas bajo el puente. Me conmueve la resistencia y la capacidad de sufrimiento de estos marineros-pescadores. Partimos hace ya 5 meses, hacía el día de San Sebastián a mediados de Enero y si Nuestra Señora, la Virgen del Carmen, tiene a bien, regresaremos a finales de Julio. Esta vez al Viejo le costó más de lo habitual llenar las bodegas del Arga con las 1.000 toneladas de pescado salado que tan grandes sacrificios nos están causando. Esta campaña ha sido extremadamente dura. El Arga es un velero de 4 palos diseñado pensando más en la cantidad de pescado que pueden almacenar sus bodegas que en la comodidad de la tripulación, la cual ha tenido que convivir en condiciones extremas en espacios comunes muy reducidos sin las mínimas condiciones higiénicas y sin ninguna intimidad. La tripulación está compuesta por 68 almas, la mayoría vascos y gallegos, 5 portugueses, uno de ellos el contramaestre y un par de patrones bretones. El Viejo hizo lo indecible hasta que consiguió traer al contramaestre portugués a bordo. En su cartilla de navegación figuran más de 40 campañas en la pesca del bacalao en los caladeros de Terranova y el Labrador. A fe mía que su experiencia resultó providencial para a solucionar los innumerables problemas que han surgido durante esta navegación austral. Mientras los pescadores, por parejas, lanzaban sus artes desde unas chalupas de 4 metros llamadas dorys el contramaestre y sus hombres de mar se dedicaban continuamente armados de martillos y tajaderas a lo que bautizaron como “picar hielo”. A 20º centígrados bajo cero la acumulación de hielo sobre arboladura, jarcias y estructuras de la cubierta podía poner en peligro el equilibrio de la nave. A la vez que realizaban este durísimo trabajo permanecían atentos a los cabos que de forma radial unían los dorys al velero, algunos de ellos de hasta 5.000 metros. Mal equipados y peor alimentados, los hombres trabajaron turnos de 12 horas con 6 de descanso, en un infierno blanco, durante meses, hasta conseguir llenar las bodegas.
Otro golpe de mar esta vez por la amura de estribor y el Arga se estremece como si fuera a partirse en dos. El Viejo elevando la voz sobre la tempestad se dirige a mí.
- Tranquilo oficial, este viejo velero estará descansando en casa en 20 días.

Nota:
Los bacaladeros portugueses mantuvieron esta técnica de pesca hasta 1972 en que el velero de cuatro mástiles “Creuola” con veinte marineros y 57 pescadores completó su último viaje entre Lisboa y Terranova.
(Fuente:http://www.oficiostradicionales.net/es/mar/bacalao/)