jueves, 31 de diciembre de 2009

Arga -Diario de abordo-

“Nunca nos acercamos más a otro mundo que en el mar”

Anne Stevenson.


   Navego hacia el norte por la popa a 5 millas, entre las nubes, aún puedo ver las nevadas cumbres de los Picos de Europa. El viento comienza a rolar hacia el noroeste y el barómetro continúa descendiendo. El Arga, feliz en su elemento, lucha sin descanso contra la fuerte marejada. Como todos los años cada 31 de diciembre zarpo sólo con rumbo hacia donde nacen las grandes borrascas del invierno. Huyo de las luces horteras, de las masas sin rostro que cargadas de bolsas y paquetes presas de un loco frenesí inundan las calles como un torrente desbordado. Escapo del derroche, de los villancicos con letras imposibles, de tener que ser bueno por decreto, de los besos fingidos de aquellos que hoy te abrazan y mañana te apuñalaran. Necesito liberarme de esta sociedad farisea que me oprime, me agobia. Quizás también este escapando de mí mismo, no lo sé.
   El hervidor de agua comienza a silbar, ajusto levemente el foque, conecto el piloto automático y bajo a la cámara del ketch. La tetera se balancea en su cardan sobre el fogón, percibo como el Arga asciende por las crestas coronadas de espuma y como se desliza en los profundos valles que se forman entre las olas. Añado con generosidad ron añejo al te caliente, agudizo el oído, tengo que engrasar los rodamientos del piloto. Apoyo la espalda contra la mesa de cartas y con la piernas ligeramente abiertas contrarresto el cabeceo del velero, vuelvo a llenar el tazón metálico, esta vez solo con ron. Estoy a gusto en la cámara central del barco, es caliente y acogedora como el útero materno, me siento seguro y protegido. Miro hacia la estantería donde reposan los amigos inseparables que me acompañan en todas mis singladuras, son los libros de Vito Dumas, Bernard Moitessier, Joshua Slocum, Catherine Chabaud, Knox-Joshnston, Dubois, Noemi James, Ugarte. Hombres y mujeres que hicieron de la navegación en solitario una forma de vida, una nueva manera de ver el mundo en total comunión con la naturaleza. Cojo El largo camino de Moitessier, las tapas están desgastadas, ¿cuántas veces lo habré leído? Para mí es un libro sagrado, la Biblia de los navegantes solitarios. Con él aprendí a fachear un temporal o como planear sobre las grandes olas antes de que te golpeen por la popa con la fuerza del martillo de Thor. En este libro escribe Moitessier sobre sus experiencias en la Golden Globe de 1968, la primera carrera alrededor del mundo para navegantes en solitario. Tras seis meses de navegación y  doblar el cabo de Hornos, de los nueve veleros que tomaron la salida, solo quedaban dos en carrera. En primer lugar el inglés Robin Knox-Joshnston con un ketch de madera que iba haciendo aguas, en segundo Moittessier con un barco de acero más grande, el Josua, todos le daban ya por ganador, pero entonces en vez de enfilar al norte hacia la línea de meta, continuó navegando hacia el este. Al final llegó a Tahití tras dar más de vuelta y media alrededor del mundo navegando en solitario. Bernard no quería volver a la civilización y abandonar la serena soledad que había encontrado navegando, en su relato escribió: “Contemplo la vida entera, el sol, las nubes el tiempo que pasa y se detiene… mí barco es un pequeño planeta rojo y blanco hecho de espacio, aire puro, estrellas y libertad en su expresión más profunda y natural”. Dejo el libro en su estante y subo a cubierta, desconecto el piloto automático, largo un poco la escota de la mayor y viro hacia el oeste. En mi mente resuenan las palabras de Christophe Augin: “ Disfrutaré de estos últimos momentos en el mar en comunión con mi barco”



jueves, 24 de diciembre de 2009

Oda a la Nochebuena

   Como todos los años suelo aprovechar estos días de villancicos, turrón y mazapán tanto a hacer balance del año que termina, como a poner en buena disposición el espíritu de cara al año que comienza. Siguiendo esta tradición me encontraba esta mañana haciendo limpieza del alma así como de los recortes de prensa, anotaciones en grasientos papeles de estraza con restos de panceta y aceite de pimientos fritos (¡uhmm!) , dominicales atrasados, arrugadas latas de cerveza, etc., que inundan mí despacho. Como dirían los clásicos realizando “borrón y cuenta nueva” como dirían los modernos haciendo ”reset”. Pues bien, andaba entretenido en estas lides cuándo llamó mi atención una hoja arrancada de un viejo boletín trimestral del ilustre Ateneo de poetas pobres y dramaturgos huérfanos de Santander fechado en 1963. Creo recordar que esta hoja la encontré dentro de un ejemplar de la primera edición de “Cantos apócrifos de un juglar contemporáneo” del hoy tan denostado y controvertido escritor coruñés D. Martín Pecador. En la cuartilla aparece un pequeño poema titulado Oda a la Nochebuena, del ya casi olvidado rapsoda montañés Oswaldo Ripio, conocido más popularmente como el trovador de Los Picos de Europa, a la sazón fundador y destacado integrante de la generación del 54. Al ser hoy el día de Nochebuena y tener todavía pendientes las últimas compras navideñas pasaré a transcribir la trova de Oswaldo Ripio, dar por concluida la entrada al blog y desear a todos mis blog-lectores una feliz noche y una mejor amanecida.


Oda a la Nochebuena

Días serenos de nívea pureza,
una silenciosa paz inunda los corazones
tal vez sea porque que sin atender a razones
el niño Dios nacerá mientras la humanidad reza.
Los villancicos resuenan en los bulevares,
días de vino caliente, orujo y mazapanes
recuerdos y viejas historias al calor de los hogares.
Las familias unidas en mentes y corazones
ahítos de vinos, cava y turrones
brindan y celebran al redentor por todos los rincones.
Hoy es un día de alegría y felidad.
Hoy es Nochebuena, ¡Viva la Navidad!


Oswaldo Ripio
Potes a 24 de diciembre de 1962

domingo, 20 de diciembre de 2009

La lotería de Navidad


   Solo faltan dos días para el 22 de diciembre. Estoy seguro, esta vez sí, esta vez………………. ¡ME TOCA! Me toca que me toque. Que me toque ¿el qué?, pues qué me va a tocar, la lotería de Navidad. Esta noche tuve un sueño, una premonición. El “jodio” calvo de la lotería se acercaba sigilosamente mientras dormía. Al principio de la ensoñación tuve un poco de miedo, que a oscuras el tipo ese todo vestido de negro, sin un pelo de tonto y como envuelto en una brisa del más allá que le mueve continuamente los bajos del abrigo, no es moco de pavo. Silenciosamente se inclinó sobré mí, extendió la mano y sopló. ¡No me lo podía creer! Siete, ¡SIETE! Perdigones de saliva impactaron contra mi ojo derecho. Me levanté de un brinco y cogí los diez décimos de lotería que estaban sobre la cómoda. Terminan en ¡SIETE!

   El alba me ha encontrado en la cocina, tras nueve cafés y un cenicero lleno de colillas, mi desasosiego no a hecho más que aumentar desde que esta madrugada tuve la visión. Dentro de dos días seré un nuevo Craso, 10 décimos x 300.000 € = 3.000.000,00 €. ¡Tres millones de euros! Díos, tengo que pensar que voy hacer con semejante cantidad de dinero. Lo primero, comprar ese triplex con jacuzii en la terraza, en el centro de Santander frente a Puerto Chico y con vistas a la bahía. Por supuesto que el Ferrari y el velero de 20 metros para dar la vuelta al mundo caen a continuación. Lo segundo, la misma tarde del 22 llamo a mí jefe por teléfono y lo mando a paseo.

   Pero¿ en qué estoy pensando?, seré necio, como están las cosas y con la crisis que hay lo mejor será que no haga mucha ostentación, pues ya se sabe, en cuanto te elige la diosa fortuna comienzan a aparecer pedigüeños; ongs, familiares que ni te saludaban, la iglesia, sectas, los monjes del tibet, agencias de inversión, desempleados, etc., etc., etc. Como empiece a repartir ¿haber cuánto me dura el dinero? Y el objetivo es no dar palo al agua en lo que me quede de vida. ¡Coño y con la inseguridad que hay! Continuamente los telediarios nos informan de bandas de albano-cosovares, la mayoría con formación militar y cursillos de torturador, prácticas incluidas en Sarajevo, que se dedican a asaltar y tras dejar las caras de los propietarios como una hamburguesa del Foster Hollywood, desvalijar las casas de la gente adinerada. Y otro problema más ¿en qué banco voy a guardar el dinero?, como para fiarte de los banqueros, fíjate en la quiebra del banco Lehman Brothers, o el Madoff ese, que hasta engañó a Botín del Santander.

   ¡Ay madre! Que problema es esto de ser rico…………..Dos cafés más y cinco cigarrillos después.

   ¡Eso es! Tengo que establecer un plan. Voy a escribir en mí libreta de “ Pensamientos, raciocinios y otras consideraciones”, los tres puntos que deberán regir mi destino cual tabla de la ley

1º  Continuar con mi vida gris, triste y anodina de mil eurista en un barrio marginal de los suburbios. Así estaré a salvo de los albano-cosovares y de los pedigüeños del tibet.
2º  Ingresar cada décimo en un banco distinto fuera de mi ciudad a través de un abogado-testaferro gibraltareño. Serán 10 cuentas distintas, menudo follón, eso sí, sin tarjetas de crédito y sin gastar ni un duro para que nadie note nada y sobre todo para que no se gaste.
3º  No contárselo a nadie, lo mejor será que rompa inmediatamente con todo mí círculo de amistades, me volveré autista social, de esta manera nunca podré tener un desliz e irme de la lengua.

Es bueno tener un plan, ya me encuentro más tranquilo. ¡Qué duro es esto de ser rico!

domingo, 13 de diciembre de 2009

Atracción fatal




  No puedo dejar de mirarla, me atrae como un imán. Luchan en mi interior sentimientos encontrados. Cruzo la proa y la dejo por la amura de sotavento. El Arga mi fiel y callado compañero responde sin protestar. La razón me pide a gritos que le de popa y marque un nuevo rumbo a un resguardo seguro pero algo de ella me atrae con un magnetismo excitante. Reduzco trapo y navego solamente con el tormentín. La mar se torna de un azul intenso. Cada vez estoy más cerca, me retumban en las sienes los latidos del corazón. Sus movimientos ondulantes tienen algo sensual, río a carcajadas. Es una risa nerviosa, casi histérica, lagrimas nublan mis ojos. Lo que estoy haciendo es una locura, lo sé.
  Me siento el rey del mundo, ella y yo solos en la inmensidad del océano, el tiempo se detiene. El embriagador canto de las ninfas me envuelve. Corrijo unos grados a estribor y cazo la vela, la proa del Arga enfila al centro de su vórtice, pronto seremos uno, entraré en ella.

  Una paz inmensa inunda mi espíritu, cada vez me siento más libre. La espuma de las olas refresca mis mejillas, navego hacia un destino incierto tal vez sea el final. Percibo todo con más claridad, se agudizan mis sentidos, un sabor amargo inunda mí boca, siento un placer casi morboso.
  Estoy preparado…….

lunes, 7 de diciembre de 2009

No sirvas a quién sirvió...

Novela por entregas (edición resumida).

Entrega 2ª “Una alegre pandilla”

  Aún continuaba perplejo cuando Mayordomo irrumpió en el despacho.
  - Señorito ¿se encuentra bien?
  En ese mismo instante, de mí boca abierta, un furtivo hilillo de baba se había precipitado hasta una de las confortables zapatillas, de terciopelo negro, decorada con el escudo de armas de los Dantés, volví a la realidad.
  - ¿Cuántas veces te he dicho que no me llames señorito?, ya pasó la época de las diferencias de clase. ¡Coño! Mayordomo a hora gobiernan los roj… digo los demócratas y en consonancia con los nuevos tiempos yo te trato de tú y me dirijo a ti por tu nombre de pila. Así que te exijo para mí persona la misma reciprocidad.
  El pobre mayordomo, apesadumbrado, inclina la cabeza y con un susurro me informa que ya esta dispuesta la cena en el comedor de invierno. Paso por su lado y le doy una cariñosa colleja para animarlo, el hombrecillo agradecido sonríe y me besa la mano.
  Algún avispado lector habrá descubierto ya a estas alturas, concretamente nos encontramos en la línea 11, que el nombre del mayordomo es Mayordomo y el apellido García (este si que no lo habías adivinado pillastre). Dado el protagonismo que tendrá el mayordomo en el posterior desarrollo de la acción, me gustaría dedicar este capítulo desvelar la historia y origen de los mayordomos y su relación con mí familia.
  Desde tiempos inmemoriales a la sombra de cada Inmundo Dantés estuvo siempre un mayordomo llamado Mayordomo García. En las crónicas familiares la primera referencia al binomio Dantés-Mayordomo data del año 844, concretamente a la batalla de Clavijo. Según consta en los archivos familiares, mi ancestro, Inmundo Dantés I se encontraba peleando pie a tierra bajo la muralla del castillo de Clavijo en el monte Laturce, su caballo yacía destripado por las lanzas de las tropas infieles de Abderramán II. Caía la tarde y la batalla parecía inclinarse del lado de los sarracenos. Pese a estar peleando con bravura, el cerco comenzó a estrecharse sobre Inmundo, en ese instante, rompiendo la línea enemiga, apareció un hombre vestido con cota de malla y un sobretodo blanco, manejaba su hacha de guerra como un poseído, hendiendo cabezas, cortando extremidades, segando vidas.
  - ¿Quién sois y de dónde?, pregunto Inmundo, levantando la visera del yelmo.
  - Santiago García de Sierra España, mí señor. Os vi cuando fuisteis descabalgado. Otro caballero en vuestras circunstancias se habría rendido al wali más cercano pero en cambio vos habéis seguido luchando con la bravura del rey Leónidas en el paso de las Termópilas y me dije; Santiago, sí hoy as de morir a manos de estos perros infieles que mejor manera de hacerlo que al servicio de tan magnífico caballero.
  - En verdad os digo que de no haber perdido a mí caballo de guerra, las tornas hubieran sido bien distintas.
  - ¿Dónde están vuestras mesnadas mí señor?
  - Los muy cobardes al primer envite de los árabes huyeron corriendo como mujerzuelas a refugiarse bajo las faldas del obispo tras las murallas del castillo. Juro por lo más sagrado que si salgo de está pronto colgaran todos ellos de las almenas de mí casa de Las Fraguas.
  Un extraño brillo ilumino los ojos del villano y poniéndose el bocado del caballo muerto se dirigió al caballero.
  - Monte sobre mí espalda sire y cabálgueme en pos de la gloria.
  Sin dudarlo un instante Inmundo Dantés I saltó sobre el siervo y picó espuelas sobre los costados del hombre. Santiago con los ojos desorbitados por el dolor, echando espuma por la boca mordió con fuerza el bocado y preso de un salvaje frenesí se lanzó monte a bajo contra las tropas enemigas. Inmundo descerrajaba con su espada tremendos mandobles contra todo ser viviente que se interponía en su camino. ¡Dios! Que estampa, el sol de la tarde incidía sobre la armadura que despedía cegadores rayos en todas direcciones. Los soldados árabes aterrados ante la visión de lo que más que hombres parecían diablos, comenzaron a retroceder. Sobre el ruido del combate resonó como un trueno la voz de mí ilustre antepasado.
  - ¡A por ellos Santiago de Sierra España, gloria o muerte!
  Las tropas castellanas ante la visión del caballero que destrozaba las filas enemigas cual rayo divino y justiciero, sobre lo que les parecía un pequeño poni blanco, recuperaron el ardor y se lanzaron monte a bajo tras Inmundo, repitiendo parte de lo que habían entendido de la frase; “¡Santiago y cierra España!”. La victoria se inclinó a favor del bando cristiano
  Así es asombrado lector, en ese mismo instante y de esta casual manera nació el mito y la leyenda de Santiago matamoros. Al caer la noche el rey Ramiro I de León recomendó a mí ancestro no comentar mucho el asunto ya que la historia de la providencial aparición del santo parecía ser beneficiosa para la moral de sus ejércitos y aún quedaba mucho territorio que reconquistar y muchas batallas por librar. Como pago de sus servicios y su silencio, Dantés recibió unas extensas zonas de viñedos en los condados de Haro y La Guardia amén de una importante parte del botín, recuperado tras la batalla, del campamento de Abderramán.
  Uno de los rasgos característicos y comunes a todos mis antepasados ha sido su practicidad y el ahorro de lo superfluo en todos los ámbitos de la vida, así se generan las grandes fortunas, por ello esa misma noche tomó dos decisiones:
  La primera; nombró a Santiago mayordomo de la casa Dantés, la condición que le impuso fue que desde ese mismo momento su nombre pasaría a ser Mayordomo y el cargo de mayordomo debería pasar a su primogénito y así de generación en generación mientras quedará un Inmundo Dantés sobre la faz de la tierra.
 La segunda; perdonó, mientras durara el viaje de regreso hasta Las Fraguas, la vida a los componentes de su mesnada que habían sobrevivido a la batalla. Debía proteger su parte del botín cargado a lomos de más de 50 mulas y los caminos estaban infestados de bandoleros y desertores tanto cristianos como infieles.


 A lomos de sendos caballos de pura raza árabe “cabalgando por la terrible estepa castellana, polvo, sudor y hierro” Inmundo Dantes I y Mayordomo García cabalgan.
En verdad parecían una feliz pandilla.



martes, 24 de noviembre de 2009

Monstruos y leyendas

Tú con tu poder, dividiste el mar y aplastaste las cabezas de monstruos marinos
Rompiste las cabezas de Leviatán y lo diste por comida a las tortugas de mar.
Salmo 74.13-14


  Me encuentro a unas 30 millas al NW de San Vicente de la Barquera a bordo del Arga II, mi viejo ketch de madera. Habitualmente navego con toda la electrónica desconectada, me gusta practicar la navegación astronómica. La estrella polar, mi viejo sextante, unas desgastadas cartas náuticas del cantábrico y el viento es lo único que me hace falta para disfrutar de unos días a solas con la mar. Ella es la fiel amiga a la que siempre recurro cuando hastiado del día a día noto como me comienza a asfixiar la vida en sociedad. La mar unas veces se muestra dura y cruel como una mujer despechada otras dulce y tierna como una joven doncella. Pero siempre está ahí, nunca me falla. Me resulta cada vez más difícil disfrutar de la compañía de mis congéneres, no los logro comprender y creo que cada vez me interesa menos hacerlo.
   Me despierto sobresaltado, algo ocurre, el barco no se mueve, ni un leve balanceo. Mientras me froto los ojos noto como el pánico me invade ¿qué ocurre? El silencio más absoluto lo envuelve todo, es aterrador. Trastabillo al salir a cubierta. Hoy a mi amiga casi no la reconozco. Una densa niebla transforma la cubierta en un mundo irreal, los objetos se desdibujan, la superficie del agua está lisa como una balsa de aceite y su color……..
  Un aullido desgarrador sale de lo más hondo de mis entrañas, es un grito primitivo casi animal. Caigo de rodillas sobre la cubierta mientras me inclino sobre la borda, el mar es de un negro insondable, un penetrante olor a amoniaco se desprende de la superficie. Me cuelgo de un candelero, mi cara se encuentra a un palmo del agua, observo unas tenues fosforescencias acompañadas de pequeñas burbujas que rompen contra el costado de estribor. Antiguas pesadillas escondidas en lo más recóndito de mi cerebro comienzan a aparecer. Imágenes como flashes restallan en mi mente nublándome la visión, son como el trailer de una película proyectada al doble de su velocidad, siento náuseas. La ballena blanca, el narval asesino, enormes orcas golpean el casco, un gran blanco de afilados dientes describe círculos cada vez más pequeños alrededor del navio. Una gigantesca serpiente de 4 cabezas surge de la nada y con un mortal abrazo saca al velero del agua. Mientras desgarra mi maltrecho cuerpo con sus fauces, veo al Arga partido en dos hundiéndose en las frías y oscuras aguas abisales, destrozado, aplastado por la presión. Lloro por mi barco.
  Otra burbuja, esta vez más grande rompe en la superficie emponzoñando el aire con más olor a amoniaco. Algo está ascendiendo, me incorporo de golpe y corro hacia la proa, es enorme, ocupa toda la eslora. Instintivamente abro el arcón más próximo al combés, saco un largo fusil de pesca submarina de doble goma, apoyo la culata sobre el esternón y lo cargo rápidamente. Sigilosamente me asomo una vez más sobre la borda. ¡Dios! Un ojo enorme, maligno, demoníaco, me observa fijamente. ¡Es el kraken!. Lo que creía  cuentos de taberna, leyendas trasnochadas fruto del vino barato y el aburrimiento eran verdad, el monstruo existe.
  La curiosidad vence poco a poco al miedo, con el fusil firmemente agarrado vuelvo a mirar a la bestia. Flota inerte junto a la nave, con la punta del arpón, casi con reverencia, toco su cuerpo, expele un último chorro de espuma con tinta por su sifón y  la vida lo abandona. Siento una mezcla pena y ternura por el animal, es un ser formidable. me pregunto a cuántas titánicas batallas con cachalotes habrá tenido que sobrevivir para llegar a alcanzar este tamaño, sus enormes ojos cuántos misterios habrán descubierto en las últimas fronteras de la tierra, las desconocidas simas marinas.
  La niebla se comienza a disipar, una leve brisa riza la superficie del mar deshaciendo la enorme mancha de tinta que rodea al velero. Con el calamar amarrado a un costado pongo rumbo a Santander.

“Ahora tengo la cabeza despejada, pensó, Demasiado despejada. Estoy tan claro como las estrellas que son mis hermanas.”
El viejo y el mar.
Hernest Hemingway

martes, 17 de noviembre de 2009

Agradecimiento público a El Martín Pecador

Queridos blog-lectores (más o menos tengo censados 8, a saber; mis padres, mi mujer y mis dos hijas, una cuñada, mi perro, bueno a él se lo leo y El Martín Pecador), como habréis observado en mi anterior entrada al blog “2012, el fin del mundo. (Y yo sin enterarme) “ ha tenido una gran repercusión generado numerosos comentarios al relato (uno). En mis recuerdos aún resuenan las sabias palabras de mi padre antes de ir a cumplir mis deberes para con la milicia:
- Hijo, recuerda, de bien nacido es ser agradecido.
Así que quiero agradecer públicamente a El Martín Pecador su comentario que ha sido de un gran valor terapéutico para calmar la ansiedad y desasosiego que en mí genero el descubrimiento, el pasado domingo, de que nos faltan 2 años, 1 mes y 4 días para el fin de la humanidad.
Paso a transcribir literalmente el texto de El Pecador:

“Así será el Apocalipsis, pues alguien ya lo ha escrito: primero llegará una sombra curvilínea que irá segando con su borroso dedo nuestra vista del horizonte; más tarde el galope de los cuatro caballos, con sus jinetes sin rostro montando a pelo, con la furia como escudo, con la ira como espada, arrasando los pensamientos y las ideas y los recuerdos; y al final vendrá el aliento gélido del infierno, impulsado por las cabezas de Cerbero, por los diablos y lo súcubos, por los antagonistas de nuestras esperanzas que traerán las velas encendidas con la llama de los pesares...
Así será, y ya nada después de aquello nos ha de importar. Es posible, incluso, que allá donde vayamos nos encontremos más confortables.
El Pecador dijo. »

Como observaréis queridos blog-lectores, El Pecador es un hombre de verbo fácil y pulcro estilo, poco dado a lo baladí, maestro de la metáfora y que yendo de lo abstracto a lo concreto, sobre todo cuando está sobrio, es capaz de transmitir en unas pocas líneas un sano optimismo que nos invita a esperar nuestro incierto futuro con un hálito de esperanza. Si El Pecador hubiera nacido en nuestro Siglo de Oro, con toda seguridad puedo afirmar, habría arrebatado a Lope de Vega el título de “fénix de los ingenios” antes de terminar en la hoguera de la inquisición.


Por todo ello querido El Martín Pecador, hincando en tierra mi rodilla izquierda elevo mí grito al digital mundo del ciberespacio diciendo…….¡¡ GRACIAS!!

domingo, 15 de noviembre de 2009

2012, el fin del mundo. (Y yo sin enterarme)

¿Cómo he podido vivir sin saberlo? ¡Que estúpido he sido! Y yo contento, en el limbo, ya ves ¡tan feliz! ¿Cómo no fui capaz de interpretar las señales? A hora lo entiendo todo, el círculo se cierra. Toda mi vida, todo lo que me rodea se va ajustando como un gigantesco puzzle ¿Cómo no hice caso a los profetas, nigromantes, adivinadores, druidas, futurólogos, al Papa, al Dalai Lama, a la NASA….. al hombre del tiempo? ¡Me cisco en mí puta vida!, es que soy tonto el culo, gilipollas (o cómo dicen en Cantabria) ¡gelipollas! Agobiado por la hipoteca, que si baja o sube el euribor, que si mi jefe no me sube el sueldo, que hay mucho paro y yo podría ser el siguiente…. Y a estas alturas del partido me dan este mazazo, así de sopetón, sin avisar, menos mal que gozo de buena salud que otro cualquiera habría entregado el cucharón y si te he visto no me acuerdo, el muerto al hoyo y el vivo al bollo. ¿Pero qué digo? Si no va haber bollo para nadie, si es el fin, la Apocalipsis, el armaguedón, la debacle……¡EL FIN DEL MUNDO!, si es que el 21 de diciembre del 2012 no vamos a la mierda.

¡A hora que caigo! si el futuro fatídico día es el cumpleaños de mí anciana madre, ¿y yo como se lo explico?, que no lo va a entender, que me va a mal interpretar…Sopla, sopla las velas, que para lo que te queda. Que no mamá, que no, que no soy un mal hijo, que no has criado un monstruo, que no ando detrás de la herencia. Que mañana es el fin del mundo, el día del juicio final. Que lo dijeron los mayas y los incas… Mamá por favor deja de pegarme con la zapatilla.

Y los políticos, ¡qué cabrones!, ellos lo saben, ¿desde cuando lo conocerán? A hora lo entiendo, pagaron a los secuestradores del primer atunero y a estos, los pobres del Alakrana, ni puñetero caso, que no, que no pagan, total ¿para que? si falta nada y menos para la Apocalipsis. Claro y por eso no mueven ni un dedo para sacarnos de la crisis, total ¿para que?, si hacer algo pa´ná es tontería, si el 22 de diciembre de 2012 ya no habrá ni España, ni mundo, ni TDT, ni calimotxo, si nos va a caer encima lo que no está escrito. He leído en la web que nos va a dar un batacazo de no te menees un planeta-asteroide llamado Hercobólus y a demás va a cambiar el magnetismo de la tierra, donde estaba el Norte estará el Sur y viceversa, como guinda se producirá la mayor tormenta solar nunca vista, que no lo digo yo que lo dice la NASA. Si es que con esta conjunción de catástrofes no hay quien sobreviva, es que ni poniendo toda la buena voluntad del mundo.
Lo que más me cabrea es que por lo visto todo esto era vox populi, lo conocía todo el mundo, hasta los monjes tibetanos y fíjate, los tíos tan tranquilos, sin inmutarse, con su buen rollito y su tercer ojo.
Me está entrando una ansiedad y un estrés…. Es que soy más tonto que Abundio, la humanidad va a desaparecer de la faz de la tierra y yo a régimen, preocupado por el colesterol y los triglicéridos. Como diría Satrustegui protagonista de la genial novela de Alex De la Iglesia, Payasos en la lavadora, me doy algo que es lo peor que un ser humano puede sentir sobre si mismo, me doy asco-pena.

Relájate José Antonio, cierra los ojos, cuenta hasta diez, inspira….uno.….expira…..dos….

Ya estoy mejor, basta de lloriqueos, voy a pasar a la acción, voy a coger el timón de mi vida, el rumbo lo pondré yo. A hora mismo voy a la cocina a prepararme un bocadillo de panceta con pimientos fritos, un bocadillo de esos que muerdes y te resbala la grasa por la barbilla, a la mierda la dieta. Lo voy a regar con un calimotxo de rioja gran reserva. Era la botella que guardaba para algún evento familiar importante….total ya.... ¿para qué?
¡cago´en Nostradamus!


 
Nota:

Las fuentes me inspiraron este relato provienen de la pag.
http://www.legox.com/general/sera-fin-del-mundo-el-2012-aqui-algunas-recopilaciones/


Profeta Benjamín Solari Parravicini (Agosto 1898 – Diciembre 1974)
http://www.malvinense.com.ar/snacional/parravicini/Parravicini.html

La NASA confirma una tormenta solar en el 2012
http://science.nasa.gov/headlines/y2006/10mar_stormwarning.htm
http://ciencia.nasa.gov/headlines/y2001/ast15feb_1.htm

Profecías de los MAYAS
http://www.youtube.com/watch?v=Op4hvWZMxSc

Michel de Notredam (Nostradamus)
http://tu.tv/videos/el-libro-perdido-de-nostradamus-1-2

Monjes Budistas Tibetanos
http://www.taringa.net/posts/info/1782552/2_012_:-Los-monjes-budistas-tibetanos-y-su-visi%C3%B3n-remota_.html

El famoso Hercólubus
 http://www.geocities.com/Athens/Crete/7842/

Científicos predicen la inversión del polo magnético de la Tierra en el año 2012.
http://www.bolinfodecarlos.com.ar/inversion_polo.htm

sábado, 14 de noviembre de 2009

Hombres de mar

Un viejo proverbio marinero dice: “Bajo los 40 grados sur no hay ley, bajo los 50 grados sur no hay Dios” y esta vez el Viejo nos había llevado muy, muy al sur, más allá de los 54 grados.
El Arga gime como un animal herido mientras el bauprés se clava en el seno de la siguiente ola, noto como cruje el casco a cada nuevo embate. La mar quiere engullir el barco y barre la cubierta de proa a popa arrastrando todo lo que no está bien trincado, va a llegar al puente, me agarro como puedo a la bitácora e inclino el cuerpo, el agua helada me llega hasta el pecho. Por el rabillo del ojo veo al Viejo, su aspecto es imponente, la larga melena blanca al viento, las piernas firmemente clavadas a la cubierta mientras maneja la enorme rueda del timón, su mirada refleja el estado de concentración extrema en el que se encuentra. El viento aúlla entre la arboladura, los mástiles se doblan tensando la jarcia firme de tal manera que parecen cuerdas de violín a punto de saltar. En mitad del combés se encuentra el contramaestre, su chaquetón de mar de gruesa lona embreada está rasgado y flamea con furia. A penas soy capaz de oír las órdenes que transmite con su silbato de maniobra a los hombres que se encuentran aferrando las velas en lo más alto del palo mayor. No logro comprender como consiguen sostenerse con este tremendo balanceo. Pese al insoportable frío algunos están descalzos, supongo que con la esperanza de poder notar mejor el fino cabo del marchapiés. Un paso mal dado, un resbalón y una caída de 15 metros. En el mejor de los casos un golpe seco y brutal contra la dura cubierta de teka, en el peor, caer a las gélidas y oscuras aguas de este mar cruel contemplando como el barco se aleja entre una cordillera de olas y espuma.
Esta debería ser mí última campaña en el Arga como primer oficial. Si logramos regresar a nuestro añorado puerto del norte de España, tras un breve descanso, tomaré posesión de mí nuevo destino en uno de los flamantes pesqueros a vapor que están adquiriendo los armadores, corre el año 1906.
Un grupo formado por maestros saladores y rederos acciona incansablemente las bombas situadas bajo el puente. Me conmueve la resistencia y la capacidad de sufrimiento de estos marineros-pescadores. Partimos hace ya 5 meses, hacía el día de San Sebastián a mediados de Enero y si Nuestra Señora, la Virgen del Carmen, tiene a bien, regresaremos a finales de Julio. Esta vez al Viejo le costó más de lo habitual llenar las bodegas del Arga con las 1.000 toneladas de pescado salado que tan grandes sacrificios nos están causando. Esta campaña ha sido extremadamente dura. El Arga es un velero de 4 palos diseñado pensando más en la cantidad de pescado que pueden almacenar sus bodegas que en la comodidad de la tripulación, la cual ha tenido que convivir en condiciones extremas en espacios comunes muy reducidos sin las mínimas condiciones higiénicas y sin ninguna intimidad. La tripulación está compuesta por 68 almas, la mayoría vascos y gallegos, 5 portugueses, uno de ellos el contramaestre y un par de patrones bretones. El Viejo hizo lo indecible hasta que consiguió traer al contramaestre portugués a bordo. En su cartilla de navegación figuran más de 40 campañas en la pesca del bacalao en los caladeros de Terranova y el Labrador. A fe mía que su experiencia resultó providencial para a solucionar los innumerables problemas que han surgido durante esta navegación austral. Mientras los pescadores, por parejas, lanzaban sus artes desde unas chalupas de 4 metros llamadas dorys el contramaestre y sus hombres de mar se dedicaban continuamente armados de martillos y tajaderas a lo que bautizaron como “picar hielo”. A 20º centígrados bajo cero la acumulación de hielo sobre arboladura, jarcias y estructuras de la cubierta podía poner en peligro el equilibrio de la nave. A la vez que realizaban este durísimo trabajo permanecían atentos a los cabos que de forma radial unían los dorys al velero, algunos de ellos de hasta 5.000 metros. Mal equipados y peor alimentados, los hombres trabajaron turnos de 12 horas con 6 de descanso, en un infierno blanco, durante meses, hasta conseguir llenar las bodegas.
Otro golpe de mar esta vez por la amura de estribor y el Arga se estremece como si fuera a partirse en dos. El Viejo elevando la voz sobre la tempestad se dirige a mí.
- Tranquilo oficial, este viejo velero estará descansando en casa en 20 días.

Nota:
Los bacaladeros portugueses mantuvieron esta técnica de pesca hasta 1972 en que el velero de cuatro mástiles “Creuola” con veinte marineros y 57 pescadores completó su último viaje entre Lisboa y Terranova.
(Fuente:http://www.oficiostradicionales.net/es/mar/bacalao/)



sábado, 31 de octubre de 2009

Recordando a Bukowski

No logro recordar cuando comenzó solo que se extendió como un reguero de pólvora de norte a sur y de este a oeste.
Hace frío, la noche es oscura, una ligera neblina que viene de la bahía lo cubre todo, llueve. De la plaza llegan quejidos y sollozos, de vez en cuando lanza un grito desgarrador llamando a su madre ¿Cuándo se callará? Sí tuviera una granada a mano…
Junto a la barra del bar, entre los cascotes, un camarada esta fumando, hace pantalla con la mano, la brasa ilumina su demacrado rostro de una forma sobrenatural. Me llega el aroma del cigarrillo rubio, lo que daría por una taza de café caliente. Mañana al fin terminará todo, los enlaces que hoy llegaron de la meseta nos informan que el resto del país poco a poco vuelve a la normalidad y que probablemente en unos días se restablezcan las líneas de teléfono, los comités controlan la península. Cambio de posición, se me estaba clavando la 9 milímetros en la cadera, dirijo el visor de infrarrojos al ayuntamiento, distingo algunas sombras tras los destrozados ventanales de lo que fue el salón de plenos. La plaza está llena de cadáveres en posturas grotescas, llevan días sirviendo de alimento a las gaviotas, las cuencas vacías de sus ojos les confiere un aspecto de muñecos rotos. Pertenecían al último batallón de mercenarios conocido como Los Implacables, compuesto por asesores, cargos de confianza, familiares y afiliados de los partidos políticos que habían formado el consistorio. Los Políticos rara vez habían entrado en combate, nunca les gustó mancharse las manos, preferían exprimirnos, machacarnos a golpe de ley y  decreto. Al principio habían intentado aplastar los brotes de insurrección utilizando a las fuerzas armadas. Pero enseguida llegaron las deserciones en masa de militares, policías y guardias civiles, llevaban meses sin cobrar sus sueldos y al fin y al cabo ellos también eran hijos del pueblo. Entonces surgieron los escuadrones de la muerte, mercenarios como Los Implacables que se mostraron brutales con nosotros, Los Ciudadanos. Les daba igual que se tratara de ancianos, mujeres o niños. Aparecían siempre por la noche, como las cucarachas, con sus uniformes de paño gris y correajes de brillante cuero negro. Todos eran iguales, mirada altiva, pagados de si mismos se sabían protegidos por sus amos, eran perros fieles que medraban y engordaban bajo el manto protector de sus benefactores Los Políticos. Lo único que diferenciaba a unos de otros era el brazalete de su brazo derecho; PSOE, PRC, PP, IU, PNV, CIU…….. Y nos exigían, sin contemplaciones, el pago de impuestos y tasas abusivos que ya no podíamos pagar, hacía tiempo que no había trabajo, las empresas desaparecieron a los pocos años de la gran crisis. Si no quedaba dinero, se llevaban lo que hubiera de valor y si no les parecía suficiente se quedaban con nuestras casas. Nos golpeaban, a gritos nos llamaban insolidarios, malos contribuyentes y pegaban, pateaban……
Algo se mueve junto a la fuente, en una fracción de segundo lo tengo en el centro de la mira, los números verdes del visor marcan 115 metros. El sistema potenciador de luz hace que todo aparezca de un tono verdoso, aguanto la respiración y acaricio suavemente el gatillo. El silenciador amortigua el estampido y un leve resplandor sale de su punta, veo como revienta el cráneo y salen despedidos fragmentos de masa encefálica. Era el Implacable que llevaba toda la noche berreando. Una breve sonrisa ilumina mí cara, mañana a estas horas no quedará un solo Político sobre la faz de la tierra. Palpo el bolsillo de mi guerrera, noto la papeleta doblada, mañana votaremos a los miembros del comité local……..


La diferencia entre una democracia y un dictadura consiste en que en la democracia puedes votar antes de obedecer las ordenes.
Charles Bukowski.




miércoles, 21 de octubre de 2009

No sirvas a quién sirvió….

Novela por entregas (edición resumida).
Entrega Iª “La carta”




Cómodamente sentado en la penumbra de mí despacho contemplaba el pequeño y amarillento sobre en el que figuraba la inscripción “Para mí querido sobrino Inmundo Dantés XIII, entregar cuando haya muerto”. La distinguida y pulcra letra de mí tío Bernardo era inconfundible.
Ya sólo quedaba yo, ¿sería el último?

Con un breve suspiro apuré la copa de Glenkinchie y un abanico de sabores dulces y cremosos me inundó el paladar. Mí padre, Inmundo Dantés XII, como siempre que daba buena cuenta de una de sus queridas botellas de whisky de malta escocés, me lanzó una mirada llena de reprobación y desprecio, desde su cuadro situado encima de la chimenea. Mí progenitor había consagrado su vida tanto a incrementar la enorme fortuna familiar como a crear una gigantesca colección de whisky de malta que reposaba en la fría oscuridad de nuestra bodega. Y yo, el último Dantés, dedicaba la mía, con la alegre y despreocupada inconsciencia de la juventud, tanto a dilapidar la primera como a beberme la segunda.

Dejé el abrecartas de plata, decorado con el escudo familiar, sobre la escribanía y abrí el sobre. Contenía una foto del tío Bernardo de excursión con un amigo por alguno de los lejanos países donde gustaba pasar el tiempo. Cerré los ojos, estaba sentado sobre las rodillas del hermano pequeño de mí padre, durante una cálida tarde de primavera. Nos encontrábamos en el invernadero, repleto de flores y exóticas plantas traídas a la mansión familiar, por generaciones de Dantés, desde todos los rincones del mundo. El perfume y la cálida humedad del ambiente eran embriagadores. Embobado escuchaba a mí tío desgranar sus aventuras y viajes, era un gran narrador…... solía regresar a la vieja residencia familiar cada dos o tres años y tras unos pocos días volvía sentir la necesidad de emprender un nuevo viaje o “grand tour” como le gustaba decir, pero una triste y otoñal tarde, tras la visita del abogado de la familia D. Horaclio Pagazaurtunduagerricobarrena y mantener una agria discusión con mí padre, desapareció, no regresó jamás. Recuerdo sus últimas palabras.

-Adiós querido Inmundito, el inmundo y despreciable ser que es tú padre Inmundo al fin consiguió lo que quería, ya firmé el maldito poder.

El estallido de uno de los leños que ardía en la chimenea me hizo regresar de golpe de la ensoñación y un extraño presentimiento hizo que analizara con mayor detenimiento la vieja fotografía. Bernardo, en primer plano, aparecía sonriente sentado en un monociclo palanquín, artilugio sin duda útil a la vez que cómodo para desplazarse por la sábana africana. A la deducción de que era algún país africano llegue rápidamente tras observar las palmeras y en especial los arbustos de la familia rhamnus prinoides, que se veían al fondo. En el invernadero teníamos unos iguales en cuyas macetas unas etiquetas indicaban: Congo - Africa. Una alegre y jovial pandilla de hombres de color, negro, empujaba los monociclos palanquines, sus risueños rostros indicaban una procedencia sub-sahariana. Lo que a priori había pensado era un ligero abrigo de entretiempo, muy práctico por cierto para el clima africano, ¡era en realidad una sotana! Esto lo descubrí al comprender que el objeto metálico que pendía de una gruesa cadena de plata, no era la cruz de caballeros de la orden de Santiago a la cual pertenecemos desde el día de nuestro nacimiento todos los Dantés, ¡era un crucifijo! Acaso el tío Bernardo, burgués, ilustrado y agnóstico confeso ¿había profesado votos y entrado en alguna orden misionera? No lo podía creer. La sorpresa hizo que la foto cayera y al recogerla descubrí en su reverso escrito en tinta roja….

“¡Venganza! Busca la verdad”

viernes, 16 de octubre de 2009

La fuga

En tiempos como estos, la fuga es el único medio para mantenerse vivos y continuar soñando.
Henry Laborit


Acuarela
Titulo: Thalatta
Autor: J. A. Arderius


lunes, 12 de octubre de 2009

Puertochico

Tengo el privilegio y la suerte de vivir en Santander. Uno de mis paseos preferidos transcurre durante el invierno por la dársena de Puertochico. Del antiguo lugar de atraque de la flota pesquera de finales del siglo XIX y principios del XX solo quedan dos rampas de pulidos bloques de piedra cubiertos de verdín. En ellas durante el invierno se pueden ver alguno de los antiguos y cada vez más escasos botes de pesca de bajura. Pequeñas barcas de madera de alta proa y redonda popa pintadas de azul. Ancianos pescadores de piel curtida y mirada limpia, pasan las mañanas bajo el tibio sol invernal, reparando y acicalando con mimo sus pequeñas embarcaciones, preparándolas para la próxima primavera. De vez en cuando levantan sus cabezas y miran hacia el centro de la bahía, a la canal de entrada. Sus glaucos ojos, durante un instante parecen perderse en el infinito, mientras los poemas de Gerardo Diego envuelven la quietud de los pantanales.
Míralas ya: sus bisectrices proas
flotilla de traineras paralelas
no cortan, cabecean. Duermevelas
de caza verdiazul, sardas y anchoas.
Enfrente tus balandros, tus canoas
chorros de oro, aguarrás, plata de estelas

Y oyendo el palpitar de tantas velas,
tus atlánticos sueños abarloas.
Tú, patrón en tu yate de regata,
tú, capitán, grumete de fragata
y la galga escorada que ya vira

por la baliza. Puerto Chico. Barcos
al socaire de piedra de los arcos.
Tu Puerto Chico, tu ventura. ¡Mira!

La conversión del viejo puerto marinero en deportivo llenó la dársena de modernos pantalanes flotantes repletos de barcos deportivos a motor y vela.
Me encantan los veleros, mientras paseo los observo e imagino como será su forma de navegar, sus proas cortando las olas, ciñendo a rabiar mientras su jarcia sufriendo por el esfuerzo vibra y se tensa hasta el límite. Me veo al timón en largas singladuras hacia lejanos y desconocidos puertos. Para mí un barco es sinónimo de días de aventura y libertad.
Sí durante el paseo prestas atención puedes observar como muchos de ellos, bajo el casco, tienen largas pelucas de algas adheridas y mugre de todo tipo. Barcos que no navegan durante meses e incluso, algunos, años. Simplemente representan la obscena necesidad de aparentar de sus dueños. El barco más grande, el coche más moderno, el chalet con más plantas, las vacaciones más caras…….

“Un barco en una dársena, rodeado de muelles, tiene el aspecto de un preso meditando sobre la libertad con la tristeza propia de un espíritu libre en reclusión.”
Joseph Conrad.

sábado, 10 de octubre de 2009

La palabra maldita.

Hace unas semanas tuve una reunión con uno de mis equipos comerciales.
Vendedores con años de experiencia, curtidos en mil batallas, buenos profesionales de capacidad demostrada, algunos mayores que yo.
Tras exponerles la situación actual del mercado y ver la previsión de lo que se avecina (todo ello aliñado profusamente de datos; matriculaciones por provincias, municipios, segmentos, comparativos entre zonas, comparativos con la competencia, etc.) acabe mi discurso indicándoles lo que les pedía, lo que la compañía necesitaba para estos últimos meses del año. Respire hondo, les miré uno a uno a los ojos y armándome de valor lo solté. Cayó como una bomba. Fue una sola palabra, el silencio más absoluto se hizo en el despacho. Sus caras eran una mezcla de sorpresa y horror. La piel de sus rostros se apergaminó de golpe adquiriendo un aspecto ceniciento. En el brillo de los ojos de uno me pareció ver una furtiva lágrima. En la cara de otro, desencajada por la incredulidad, temblaba ligeramente el mentón. El tercero boqueaba, jadeaba como si le hubiera lanzado un puñetazo al plexo solar. Trague saliva e intenté mantener el tipo, comencé a recoger mis papeles, me daba pena mirarles, ¿habría sido demasiado directo?, ¿tendría que haber sido más sutil? Estaban sentados con las cabezas caídas, parecían hipnotizados contemplando las punteras de sus zapatos mientras se retorcían las manos. Intenté animarlos. No pude. Mí boca no podía articular palabra alguna. Una densa atmósfera que te oprimía el pecho comenzó a inundar la sala. Necesitaba huir de allí, salir corriendo, notaba como una mano invisible me oprimía el pecho, era tal la angustia que sentía que hasta notaba dolor. Oía el chirriar de los engranajes de sus cerebros girando a toda velocidad, era capaz de sentir lo que estaban pensando:
"¿Cómo me puede estar ocurriendo esto a mí?, me lo ha dicho como sí fuera un vendedor novato.....¡a mí!, con mis años de experiencia......"
Con la mano ya en el pomo de la puerta les iba a pedir un último esfuerzo, una última orden, pero ninguno levantó la cabeza, seguían ensimismados en sus zapatos.
Mejor dejarlo para otro día, no creo que pudieran soportar otro golpe así.
Mientras bajaba las escaleras, el eco de la palabra maldita permanecía en la sala de arriba y yo me preguntaba como se lo diría al equipo con el que me iba a reunir al día siguiente.........cómo les pediría............ ¡Visitar!

“Sólo triunfa en el mundo quien se levanta y busca las circunstancias y las crea si no las encuentra.”
George Bernard Shaw.