sábado, 27 de febrero de 2010

La tormenta perfecta.....¿qué viene Cintia?

  ¡Ay díos mío! Otra vez no, no puede ser…. “¿pero quien me pone la pierna encima para que no levante cabeza?”, ahora que me estaba recuperando de lo de los malditos mayas (ver entrada al blog 15 de Noviembre de 2009). Tengo que llamar a mis padres, seguro que lo están pasando fatal en Lanzarote, que allí llegaba antes, por lo menos 1 hora antes.


Ring, ring, ring…


-Madre- Si, dígame.


-Hijo, es decir yo- Mamá, mamá. ¿Qué tal estáis?


-Madre- Ah… ¡Hola hijo!, que alegría oírte. Marido es el niño.


-Marido, es decir mi padre- Uhmm…


-Yo- Mamá, estoy preocupado. ¿Qué tal por allí?


-Madre- Muy bien, como siempre. Ya sabes hijo la misma rutina, nada de particular. Desayuno en el jardín, un poco de lectura, luego al spa, paseito por la playa, el aperitivo en el club náutico para hacer apetito, que si un malvasia seco, que si un poquito de papas con mojo, más tarde un pescadito en la cofradía viendo los barquitos de los pescadores, ¿la recuerdas?, siesta, las clases de baile de salón, la cena en alguna bodeguita…..lo de siempre hijo, lo de siempre…¡uf! Una vida muy dura aquí solitos en las islas. Que duro es hacerse mayor hijo.


-Yo- Mamá, mamá, pero ¿no ha llegado ya?


-Madre- ¿Quién tenía que llegar?, pero ¿qué te pasa hijo? Te noto muy agitado.


-Yo- Xynthia, mamá, ¡Xynthia!


-Madre- ¿Cintia?, Hay que alegría me das hijo. Marido que el niño tiene novia, que se llama Cintia y nos viene a conocer.


-Padre- ¿Uhmm?


-Madre- Al fin me vas a dar nietos y… ¿es buena chica?, ¿será limpia no?, ¿de qué familia es? Mira hijo que ya vas teniendo edad de sentar la cabeza, ¿no será otra hippie sufragista como la de la última vez? ¡Ay Virgen Santa!, menuda individua, que yo no traje un hijo al mundo para que me lo quite cualquier pelandrusca. Es que hijo mío, tienes un gusto….


-Yo- Que no mamá, que no. Que no es una novia, que es un ciclón extra tropical, ¡la tormenta perfecta! ¡¡UNA CICLOGÉNESIS EXPLOSIVA!!


-Madre- ¿Pero que me estás contando hijo? ¿Qué te ha explotado la termomix? Mira que te avisé, que donde esté la olla de toda la vida…


-Yo- Que no es eso mamá. Que nos vamos al carajo, a la mierda en bote. ¡Que más da que en el 2012 llegue el fin del mundo! Si total van a quedar cuatro mal contados pa´contarlo. ¡Mierda!


- Madre- ¡Habla bien o te cuelgo!


-Yo- ¡Calla mamá!, ¡escúchame por favor!


-Madre- No te consiento que me hables así, un poquito de respeto a quien le debes la vida.


-Yo- Perdón mamá, estoy muy nervioso y preocupado por vosotros. ¿Es qué no veis los telediarios, no os llega la prensa, no escucháis la radio? Hace ya días que no hablan del paro, ni de la crisis, ni de que el PIB se va a la mierda, de que no nos podremos jubilar nunca, de la subida de las retenciones, ni de que la economía Española esta a la cola, de la cola, de los últimos de la cola de Europa . Perdón por decir cola madre, que ya sabes que cola no es un taco. Que de esta sí que no salimos, que ya está el lío otra vez, que se nos viene encima el Armaguedón, la Apocalipsis, ¡LA DEBACLE! Que nos va a caer encima un borrascón de narices, que va a ser como un cuesco gigante de Eolo. Todo quedará arrasado como la cabaña de paja de los tres cerditos…


-Madre- Hijo ¿le has vuelto a dar al pacharán? Marido, el alcohólico de tu hijo volvió a beber, no se que está diciendo de un pedo que se tira un amigo suyo que se llama Eolo.


-Padre- Ufff!!


-Yo- Mamá, sin más demora cobijaos en la bodega del amigo vuestro que hace el vino ese tan rico que me enviasteis.


-Madre- Stratus se llama la bodega hijo. Por cierto te tengo que enviar una caja del nuevo tinto que están haciendo, una maravilla de vino hijo.


-Yo- Demasiado tarde madre, demasiado tarde…..por cierto llevar ropa de abrigo.


-Madre- Tu estas tonto hijo, ¿ropa de abrigo?, pero si estamos a 27 º C.


-Yo- ¡Claro como vivís en el nirvana tampoco os habéis enterado! Que si sobrevivís a la ciclogénesis de los cojo…perdón, de marras, para allí os va un Iceberg, tan grande como Lanzarote, que se desprendió de la Antartida y debe ir llenito de pingüinos y focas.


-Madre- Mira hijo te quiero mucho pero me matas a disgustos, que agorero eres ¡por Díos!, te dejo que quede con los ingleses del chalet de al lado para jugar una partidita al bridge mientras tomamos un malvasia dulce. Adiós hijo cuídate.


-Yo- Mamá no me cuelgues, escucha, hazme caso…


-Madre- Marido, creo que el imbécil de tu hijo es drogadicto, este niño nos va nos va a matar a disgustos. Venga vamos a la partidita con los ingleses. Si es que sale a ti, que cruz me ha tocado…


-Marido- Pufff!


-Yo- No me cuelgues, mamá por favor, que quiero decirte…..

Click.


Quería deciros……..que os quiero.


Cago´en Eolo y todos los dioses del Olimpo

6 comentarios:

Nel Morán dijo...

Tanto nombre rimbombante para que después sea un flu de mucho cuidado. No me extraña que tu madre se piense que te has tomado un tripi y luego le has dado al trinque. La vas a matar a disgustos.

El Pecador dijo...

Mi buen Capitán Arderius, en todas partes se temió la saña aviesa del viento. Pero no es la primera vez que profetas y visionarios vaticinan la Hora del Fin de los Días y, sin embargo,aún seguimos aquí.
Alguien habló de la llegada de la calma del mundo mientras otros esperaban simplemente su destrucción. Yo, en cambio, en nada creí, ni en tormentas, ni en ciclones, ni en tifones, ni en torbellinos, ni en turbiones, ni en tempestades, ni en tsunamis, ni nada de nada. Nada al menos que pudiera ser más poderoso que el grito huracanado de mi vieja esposa, que tardó pocos nanosegundos en extenderse por el aire hasta descolgarme los tímpanos y dejarme sordo. Ella gritó: ¡Qué viene el huracán! Y si éste llegó fue en silencio, al menos para mí fue silencio si éste atravesó el pueblo a la hora que señalaron que la cólera del viento lamería con fuerza la piedra de nuestra casa.
Sé que hubo árboles que salieron de raíz y volaron por los aires, que cerdos, perros, gatos y vacas se elevaron en el aire sin ningún misticismo manifiesto, sino únicamente por la mano furiosa de un viento que los levantaba y los fustigaba con satánico soplido, que hubo tejados que salieron despedidos e incluso barcos que se levantaron a cien pies de la más alta cresta de la ola y así perdieron la gobernabilidad y el rumbo, pero yo me quedé sordo; totalmente sordo, y ese silencio entró en mi cabeza como si fuera un murmullo creciente que reptara por el cerebro para hurgar entre sus pliegues hasta encontrar el lugar donde duerme la locura y despertarla y hacerla gritar.
Quedé sordo al exterior y, por el contrario, con grandes gritos en mi cabeza que me invitaban al derrumbe, mientras un ciclón atravesaba el pueblo tiñendo con los tintes del Apocalipsis la antipatía de su estéril paisaje.
Fue terrible el vendaval o lo que aquello entonces fuera, y más trágico aún fue ver a mi oronda mujer salir por la ventana impulsada por el viento y flotar en el aire hasta reventar como un globo de helio. Después el tiempo calmó, el viento marchó a soplar a otros lares, y allí quedaron esparcidos por el suelo los restos de mi esposa, que recogimos con el llanto encogido y con las manos agarrotadas. Recogimos con mimo sus restos, los limpiamos bien bajo el agua y luego pusimos los garbanzos a remojo; hoy comeremos cocido. Está usted invitado, si lo desea.
Salud, El Pecador le mantiene en lugar predilecto en sus oraciones.

Gorka dijo...

Buenisimo :)

Lo malo es que cuando todo el mundo piensa que se acaba el mundo el sabado, el domingo toca poblar las calles y los bares y hacer "caja".
Así funciona el ser humano vive alarmado por todo y tira la casa por la ventana en cuanto piensa que el mundo está en peligro.

Muy buen post pero no se puede asustar así a una madre ;)

Unknown dijo...

OH! que bonito relato, me ha gustado mucho.
Yo vi empezar la tormenta des Somo y creeme fue precioso.

Entre ollas anda el fuego dijo...

Como se suele decir, más vale tarde que nunca, y gracias a la benevolente Xintia, es tarde, pero no es nunca. Enhorabuena de nuevo por tu relato, por tu ironía y tu sarcasmo. ¡Están genial y son reales como la vida misma! Por cierto, Martín Pecador, ¿quedan restos de tu cocido? Es que los ingredientes que comentas son los que más me gustan, y viniendo de donde vienen, la ropa vieja tiene que estar de muerte... Guárdame un poco, porfa ... que el Xintia me ha dejado famélica de carne fresca... o casi.

Besitos a ambos,

Marian Gustias

COOL and CARGO dijo...

Arderius, el relato de la Cintia, me ha hecho reir más que un chiste del Maestro Jodral.

Enhorabuena.